Nota editorial: Mayro acompaña su vídeo Orden Cerrado: Guía de calentamientos y ejercicios de control para niñes (al final de la publicación), con un texto íntimo y riguroso sobre el disciplinamiento de lxs cuerpos.
Camino junto a un grupo de niñxs en línea recta, el sol de la mañana nos ha hecho sudar a través del uniforme mientras caminamos, todos, todas, todes juntxs. Nuestras sombras se proyectan por debajo de los pies en gran parte de la cancha de cemento siguiendo las líneas, como lo hacen los soldaditos de plásticos rígidos y en grupo. En el altoparlante inicia una marcha militar. A un lado de nosotrxs un grupo de padres y madres nos observan a cierta distancia sonríen, murmuran, aplauden, gritan. Algunxs intentan estar en primera fila, nadie quiere perderse aquel momento. Otrxs toman algunas fotografías para que el recuerdo se vuelva inmortal. Se escucha el grito enfurecido de un profesor –De frente, Mar– nos volteamos lo más rápido que podemos y alguien no evita hacerlo en sentido contrario, marchamos inmediatamente. Se apaga el altoparlante y todxs lxs niñxs permanecemos quietos y rígidos (se nos recuerda que tenemos prohibido sonreír). Poco después un niñx junto a mi cae al suelo y no se levanta. Nadie se mueve, nadie se inmuta, nadie se asusta e inicia el himno nacional.
Fundido en negro
El orden cerrado o la instrucción de orden cerrado disciplina al personal militar sobre cómo moverse y desplazarse en una unidad cohesionada durante situaciones de no combate sobre el espacio, son distintas las formaciones que puede usar dicha unidad para desplazarse y pasar de una forma a otra. El uso de estas prácticas disciplinarias enfocadas al cuerpo se replican y despliegan en muchas de las instituciones educativas latinoamericanas fiscales o particulares, indiferentes a el nivel de educación formal; infantil, primaria, secundaria o mediana superior y en muchas instituciones estableciendo una diferenciación entre géneros; varoniles, femeninas o mixtas. En función a estos mecanismos comunes de control grupal se estructuran asignaturas como educación física y cívica con intereses lógicos de control dictaminando una disciplina que recaen en los cuerpos infantiles en formación y vulnerando aquellos cuerpos situados en lo disidente/anormal. Empiezo esta investigación con mis experiencias personales, pensando en lo que me interpela como cuerpo en espacios que han ejercido en mi muchisimas violencias. Esto es lo que me moviliza y me problematiza, y se vuelve también parte importante de mi obra como artista, como marica y como identidad trans no binarix.
En instituciones militares como las fuerzas armadas la primera instrucción que recibe un soldado es la del orden cerrado.
Objetivo: enseñar los rudimentos básicos del desplazamiento de tropas e introducir un ambiente de obediencia y subordinación a sus mandos necesarios para integrarse en una unidad militar.
Estos ejercicios forman parte de las pedagogías corporales que consideran al cuerpo según variables engañosamente independientes del entorno social, pero determinantes para él.
El ciudadano debía acoger, paralelamente a la higiene, la educación pedagógica, incluyendo la educación física, para hacerse a una ciudadanía plena. Personalmente, el resultado era la prosperidad y la felicidad; nacionalmente, el progreso y la civilización […]
Zandra Pedraza, Experiencia, cuerpo e identidad en la sociedad señorial en América Latina, (Venezuela 2008), 266.
En palabras de Zandra Pedraza, la higiene y la medicina en América Latina fueron partes angulares para responsabilizar a cada individuo por su salud y por alcanzar la dignidad de ciudadano civilizado. Las instituciones educativas replicaron y tomaron mucho de esos elementos y los complementaron con una formación militar buscando construir al ciudadano civilizado para generar un discurso productivo y de disciplinamiento en los cuerpos.
Las disciplinas escolares que han “centrado la atención” en el cuerpo funcionan a través de la llamada educación física, las actividades lúdicas, los deportes, la gimnasia, los ejercicios físicos, etc. Estas disciplinas tienen como principios básicos la regulación y el control del cuerpo infantil, estos procesos que niegan y reprimen tienen una instancia afirmativa y productiva. Es decir que parten de un grupo de ejercicios coreográficos de orden y obligación que se imparten a lxs niñxs. Este discurso pedagógico moderno no se manifestó de cualquier manera. Sus límites aparecieron fuertemente contorneados. Del universo infinito de posiciones (firmes, agrupados, en filas o hileras), gestos (rígidos, inflexibles, tensos), desplazamientos (automatizados, mecánicos, sincrónicos), movimientos (fuertes, severos, sostenidos) y miradas (fija, hacia al horizonte, he inexpresiva), solo unas pocas estuvieron autorizadas. Detrás de estas autorizaciones se construyeron universos morales precisos como la modestia, el recato o la vergüenza. La “somatización moral” (Bourdieu, 2000).
Con la simultaneidad institucional, aseguraron la vigilancia y el control de los cuerpos infantiles como una de las funciones principales del maestro. Para que esto fuera posible, debían darse dos condiciones:
1. cada cuerpo infantil vigilado debía ocupar solo un lugar
2. el silencio.
Simultaneidad institucional es una tecnología por medio la cual un solo maestro enseña un mismo tema y al mismo tiempo a un grupo de alumnxs, que presentan una misma dificultad con respecto al saber.
Cada mañana entre las formaciones escolares matutinas entendí que todos los miembros del grupo tienen un papel fundamental para poder llevar a cabo objetivos. Y para lograrlos, era necesario desarrollar en lxs estudiantes límites de comportamientos tales como la obediencia reglas y castigos creados como parte de los estatutos de comportamientos internos. El trabajo en equipo que aludía a una falsa idea de compañerismo y reforzaba el uso de las comparaciones, la subordinación o dependencia a la figura de autoridad/poder y la moral asentados en un espacio-temporal ya sea en el interior (el aula), el exterior (el patio), durante el comienzo de una jornada (los ingresos a clases) y sus culminaciones (las salidas).
El disciplinamiento de mi cuerpo y el del grupo en el espacio respondían a las clausuras, las cuadriculaciones, las ubicaciones funcionales y del rango como unidad en el espacio.
Toda disidencia o sujeto disidente (en mi caso leída como cuerpa feminizada) sería convertida en un sujeto desobediente/indisciplinado/abyecto/vulnerable/vergonzoso/peligroso, por lo cual la cultura corporal se valió de instrumentos simples como: la vigilancia jerárquica (hacer posible un poder del ver sin ser visto), la sensación normalizadora (hacer comparaciones, diferenciar a los individuos, medir capacidades, trazar la frontera entre lo normal y lo anormal) y el examen (técnica que combina la mirada jerárquica que vigila con la sanción normalizadora: en el examen se invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder, el individuo ingresa en un campo documental, cada individuo se convierte en un caso). (Scharagrodsky 2007).
Cada uno de estos instrumentos fueron vinculados fuertemente al rigor corporal, tratando de corregir en mi y en en otrxs todo rastro de disidencia. Este conjunto de conductas relevantes persiguen la formación de un individuo integral y su capacidad de demostrar a través del comportamiento una actitud que la institución regula, normaliza, doblega, ordena y adhiere a sus discursos.
Estos objetivos permiten a la figura de autoridad el desplazamiento de su unidad (un gran grupo de niñxs) de un lugar a otro, o de una formación a otra, de manera controlada. Se establecen formaciones simples, a partir de las cuales se puedan tomar rápidamente una posición, incluyendo hábitos de precisión y obediencia a las órdenes de la figura de poder. Se incrementa su encauzamiento moral más que físico en los grupos, desarrollando el espíritu de cohesión y preparandoles para una presentación ante el público, en actos tales como: honores, paradas, desfiles, juramentos, demostraciones deportivas, etc.
Definiciones y movimientos
Formación: Es la colocación ordenada de las tropas o Unidades, de acuerdo con las normas del Orden Cerrado.
Fila: Es una sucesión de individuos colocados y alineados uno al costado del otro y con el mismo frente.
Hilera: Es una sucesión de individuos colocados uno detrás de otro y cubiertos.
Columna: Es una formación constituida por una sucesión de hileras o unidades, colocadas una detrás de otra.
Línea: Es una formación constituida por una sucesión de individuos, filas o Unidades, colocados uno al costado del otro.
Profundidad: Es el espacio comprendido entre la cabeza y la cola de una formación.
Frente: Es el espacio ocupado por una Unidad, medido desde un flanco al otro (el frente de un hombre se supone, de 56 centímetros).
Distancia: Es el espacio que separa dos elementos colocados uno detrás de otro. La distancia entre hombres a pie, se mide desde la espalda del de adelante hasta e1 pecho del que lo cubre; entre animales, del grupo del animal de adelante a la cabeza del de atrás; entre tropas formadas, desde la última fila de la Unidad de adelante, hasta la primera fila de la unidad que está detrás, bien sea de individuos o animales.
Paso: Es la distancia comprendida entre el talón del pie que se adelanta y el del que queda atrás.
Voces de Mando: es una orden del Comandante, expresada oralmente y en el lenguaje prescrito. A menos que se indique lo contrario, las voces de mando son dadas por el Comandante de la Unidad. Generalmente cada voz de mando se compone de:
Una voz preventiva, que indica el movimiento que va a ser ejecutado; por ejemplo: la voz preventiva De frente, indica que se va a iniciar la marcha. Cuando sea necesario, la voz preventiva debe incluir la designación de la Unidad que ha de ejecutar la voz de mando.
Una voz ejecutiva, que indica el momento preciso en que el movimiento debe ser ejecutado; ejemplo: después de haber dado la voz preventiva De frente, la voz ejecutiva Mar, indica que debe iniciarse la marcha inmediatamente.
*Toda voz de mando debe ser impartida en el instante preciso, con énfasis y tono seco. Ejemplo: Ar. Una voz de mando enérgica es el reflejo de una actitud firme y decidida del Comandante y sus efectos se traducen en una reacción instantánea.
Esta breve investigación concluye con la realización de una obra y una serie de trabajos que indaga en mi experiencia personal dentro del sistema de instituciones educativas, donde transitó mi infancia y en las cuales la práctica de este tipo de mecanismos fueron y siguen siendo comunes para dictaminar una disciplina de los cuerpos infantiles y mucho más sobre aquellos cuerpos disidentes.
Orden Cerrado: “Guía de calentamientos y Ejercicios de control para niñxs” propone explorar de manera crítica este tema, recogiendo y añadiendo imágenes de una misma naturaleza para hacerlas significar, no tanto una cosa distinta de lo que dicen, sino más exactamente aquello que se muestran y que no queremos ver. Con un montaje que yuxtapone material sonoro y visual de archivo se organizan las láminas sobre una pantalla en negro como una mesa de disección he intervenidas con varios garabatos de color rosa, intentando recordar al garabato infantil hecho en momentos de angustia o ansiedad entre las páginas de mis cuádrenos. Aquellas imágenes que son garabateadas resaltan el paso de un movimiento a otro sobre las casillas ilustradas de carácter educativo como las láminas escolares que son parte del “Manual de la Defensa; Orden Cerrado” (1993). Un gran grupo de fotografías en blanco y negro sobre ejercicios militares que parecen desfilar al compás de una pista de audio de material encontrado, en la que se escucha a un instructor impartiendo una clase de educación física a un grupo de niñxs de jardín para luego orquestarse y casi desaparecer con la música de una marcha militar, momento tan vivido como los que recuerdo.
Con ello esta pieza devela los rudimentos básicos de desplazamiento que no se muestran en su totalidad pero que nos introduce a un ambiente que aspira a un tipo de orden, de obediencia y subordinación, necesarios para la integración en una unidad militar, en una unidad normada y regulada. Finalmente, la obra nos recuerda aquello que dejamos pasar por alto, ejercicios que se constituyen como parte de las pedagogías corporales enseñadas a lxs niñxs en los sistemas educativos para dictaminar una disciplina de los cuerpos infantiles,e inscribiendo en aquellos cuerpos disidentes la violencia por ser considerados anormales.
Agradezco a
Ana Carrillo y Daya Ortiz que siempre me recuerdan lo potente e importante de lo personal.
Orden Cerrado: «Guía de calentamientos y ejercicios de control para niñes» por Mayro Romero.