Nota editorial: El tercer poema de Tomás Proaño publicado por Recodo. Esta vez ilustrado por La Suerte.
adoquín de forma fija
la lluvia abanica
a los que están como tú
arrejuntados
y sirven de peldaños de toneladas frías
cómo salvarte
quito
de que te escupan en los ojos tendidos
dónde está tu colina púbica
para acostarme a llorar contigo
y que nos abrace la niebla
andina cobija
tus poros se llenan
de basura y aguas servidas
tristezas
bajo tus ojos y de tu mano
he encontrado mi faltante
y ahora (gemidos)
(temblor de falanges)
cómo oculto mi alegría
de la sonrisa sin reveses
de mi madre
mi goce es lastre
ciudadano de segunda
presente
mi sexualidad de mal agüero
va a destruir
sus cimientos de expectativas
(es que es simple
hay que vivir
como es debido)
mis manos debieron
agarrar los ladrillos claroscuros
y construir una mujer erguida
temor de dios casto castillo
y aquí estoy
soy
ente limítrofe y ambiguo
molusco ardiente
manzana de tropiezos
lentos y seguros
mi hambre
mi clítoris que no se calla
y pide y fluye
entre su lenguamar
ella es
si no le hubiera conocido
a la compañera atemporal
cómo hubiera subsistido
en ti y solo contigo
dando la cara
a los empedrados
uniformes vidas
uniforme de gala
dónde hubiera encontrado
agua caliente
en esta retahíla de
individuos con vulnerabilidad
bien enterrada
enmascarada indiferencia
rictus mortis
en vida hermano en vida
no dejes de tender la mano
al excluido
al conflictuado
al que no tiene más que vida sin garantías
tus calles insultadas se pintan
con soledad y sangre
el amor no existe [sic] dice el pragmático
hombre y mujer los creó [sic] dice el pene erecto ensotanado
marica de mierda [sic] dice la envidiosa
qué asco cómo hay puro travesti ahí [sic] dice el machito
cuidado con ese drogadicto no le mires carajo [sic] dice esa señora de bien y por bien hacer
sacúdete carita del divino
húndenos en tus entrañas
si no hay remedio
o haznos de pulso generoso
que tu sol devuelva infancia a nuestros ojos magistrados
haz que se desnude
la ternura colectiva
que a nadie le falte
pan pezón ni puente
Quito, 22 de noviembre 2014